martes, 13 de julio de 2010

Semirratones: los jerbos o dipodinos




El jerbo es un simpático roedor que habita en el norte de África y en Asia. La especie más común es el jerbo egipcio, que tiene una gran fama por ser animal de compañía, y mucho más adecuado al caso que, por ejemplo, el pulpo Paul. Parece un mediorratón, un semirratón, por su diminuto tamaño, que ronda los tres centímetros sin medir la cola y pesa en torno a los 3-4 gramos. Tiene las extremidades delanteras muy cortas y las traseras muy desarrolladas, lo que le permite desplazarse a saltos y ser conocido como dipodino –de dos pies–. El color pardo-amarillento de su pelaje es propicio al camuflaje en el desierto.






No se debe confundir al jerbo egipcio con el jerbil mongol, que también se considera animal de compañía:





Simpáticos y baratos de mantener.


domingo, 11 de julio de 2010

España pone la pica en Flandes



España ha ganado a los Países Bajos por 1 gol a 0 el último encuentro de la Copa del Mundo de fútbol celebrada en Sudáfrica. Un partido reñido y disputado palmo a palmo, sudoroso, bélico, dilatado en agonía guerrera.

Los contendientes y sus respectivas naciones han observado el partido bajo las inclemencias de una atmósfera ennegrecida por los hechos de la Guerra de los Ochenta Años, ocurrida entre 1568 y 1648.

Abrió fuego la prensa flamenca. El pasado viernes la agencia Efe recogió sus alusiones «a la 'venganza' histórica y al 'espíritu de 1648' –año en que los Países Bajos lograron la independencia del Reino de España». La prensa hereje también ha lanzado augurios leídos en el pasado, como el de Rnc.next, que tituló: «Lo hicimos en 1648, también lo podemos hacer en 2010». Es tan recordado el conflicto entre la corona española y Flandes que los flamencos todavía conservan algunos refranes sobre aquel periodo, como «la victoria empieza en Alkmaar», del que no hay constancia de haberse empleado en el contexto de esta final de fútbol.



 Cabecera del diario-blog Nrc.next y contenido alusivo al encuentro.


Es interesante observar lo trascendente que fue el Reino de España para los flamencos y cómo aquella presencia histórica continúa habitando su consciente colectivo, que, influido por la tergiversación propagandística de la Leyenda Negra, ha concebido el encuentro como una batalla decisiva, como una Gaugamela, una Lepanto, una Cartagena de Indias. «Los sentimientos de odio son buenos para el espíritu de lucha», afirmó el gratuito De Pers.



 Portada del 9 de julio del diario gratuito De Pers.


La circunstancia de la hegemonía española en el mundo, desde 1492 hasta 1810-29, ha arrojado la siguiente casualidad: de los siete partidos jugados por España en el mundial, seis han sido contra ex-colonias o ex-dominios españoles: Honduras, Chile, Portugal, Paraguay, Alemania y Países Bajos. La excepción es Suiza, el único equipo que venció a España, por 0-1.



Resultados de la segunda fase, tomados de aquí.

Concurren otras circunstancias históricas. Una notable desventaja para los flamencos es que no ha llovido hoy en Johannesburgo. Los campos anegados, única estrategia que supieron usar en aquella guerra, no ha sido una circunstancia de este encuentro. Aquella estrategia fue tan recurrente y cefalálgica para los tercios españoles, que pensadores y fanfarrones farsantes de la época se rompían la cabeza en busca de soluciones. El Buscón, de Francisco de Quevedo, recoge un divertido pasaje satírico sobre el partícular en el Primer capítulo del Libro segundo:


«Yo me iba entreteniendo por el camino considerando en estas cosas, cuando pasado Torote, encontré con un hombre en un macho de albarda, el cual iba hablando entre sí con muy gran prisa y tan embebecido, que aun estando a su lado no me veía. Saludéle y saludóme; preguntéle dónde iba, y después que nos pagamos las respuestas, comenzamos luego a tratar de si bajaba el turco y de las fuerzas del Rey. Comenzó a decir de qué manera se podía conquistar la Tierra Santa y cómo se ganaría Argel, en los cuales discursos eché de ver que era loco repúblico y de gobierno.

Proseguimos en la conversación (propia de pícaros), y venimos a dar de una cosa en otra, en Flandes. Aquí fue ello, que empezó a suspirar y a decir:

-Más me cuestan a mí esos estados que al Rey, porque ha catorce años que ando con un arbitrio que, si como es imposible no lo fuera, ya estuviera todo sosegado.

-¿Qué cosa puede ser -le dije yo- que, conviniendo tanto, sea imposible y no se pueda hacer?

-¿Quién le dice a V. Md. -dijo luego- que no se pueda hacer? Hacerse puede, que ser imposible es otra cosa. Y si no fuera por dar pesadumbre, le contara a V. Md. lo que es; pero allá se verá, que agora lo pienso imprimir con otros trabajillos, entre los cuales le doy al Rey modo de ganar a Ostende por dos caminos.

Roguéle que me los dijese, y al punto, sacando de las faldriqueras un gran papel, me mostró pintado el fuerte del enemigo y el nuestro, y dijo:

-Bien ve V. Md. que la dificultad de todo está en este pedazo de mar..., pues yo doy orden de chuparle todo con esponjas y quitarle de allí.

Di yo con este desatino una gran risada, y él entonces mirándome a la cara, me dijo:

-A nadie se lo he dicho que no haya hecho otro tanto, que a todos les da gran contento.»


El conjunto español no ha necesitado hoy esponjas. Le han bastado el tiro de Iniesta y los sólidos parapetos de Casillas.