sábado, 28 de agosto de 2010

El islam del pedestal de Carlomagno (I)




La idea de que el islam es una amenaza* para la identidad europea y en general occidental es milenaria. Arraiga en la época del alto medievo, allá por el siglo VIII. La batalla de Guadalete (Cádiz), en julio del año 711, abrió a los musulmanes un camino franco de conquista que llegaría hasta los ríos Vienne y Clain, a dos jornadas de París, entre las ciudades de Tours y Poitiers. En ese lugar del mundo, el rey franco Carlos Martel les detendría en una batalla conocida como Tours, también como Poitiers, veintiún años más tarde. Desde aquel momento, los esfuerzos militares de los reinos cristianos de Francia y de la Península Ibérica se centraron en la cruzada contra el sarraceno.

El pretexto que sustentaba esta colisión de fuerzas era estrictamente cultural y se vertebraba a través del antagonismo religioso «cristiandad autóctona-islam foráneo». El fundamento racional del conflicto tenía un carácter económico: los botines que obtenían los sarracenos mediante la táctica militar de las razias**. Es importante advertir que los musulmanes gozaban en aquel tiempo de la iniciativa militar, mientras que la postura europea era estrictamente defensiva –recuperar el statu quo–. Todas estas circunstancias devendrían en un choque violento de civilizaciones con poderosas motivaciones económicas.



Mapa del Imperio Carolingio, con las correspondientes marcas defensivas. Carlomagno se proclamó protector de la cristiandad y fue nombrado emperador por el Papa León III el día de Navidad del año 800. Cristianizó a los sajones y envió predicadores al pueblo eslavo. Alcuino de York, erudito de la corte carolingia, aludió a la cuestión de que «la responsabilidad de mantener una unidad imperial recaería en la fe cristiana», explica Roger Collins, según Wikipedia.


La lucha franca persistió más allá de las campañas de Carlos Martel. Su nieto Carlos Magno, o Carlomagno –transcripción que prefiere la historiografía–, también debeló a los musulmanes; esta vez en territorio peninsular. Después de tomar Barcelona en el año 801, creó al sur de los Pirineos la Marca Hispánica, región de señoríos de carácter militar que servía de barrera al impulso musulmán hacia el norte. Se trata de una organización defensiva en cuya concepción participa la idea de un enemigo esencialmente islámico. A Carlomagno, entre otros, se debe el hito de la creación de una identidad europea que se articularía en el medievo a través del cristianismo.

Pero los tiempos giran como la rueda de la Fortuna. A pesar de aquellos pofiados esfuerzos, después de 1.200 años los musulmanes rezan a Alá en el corazón de una Europa que habitan como una etnia segregada social y culturalmente. Más allá de los Pirineos, más allá de Poitiers y de Tours, en la plaza de la catedral de Notre-Dame, dos musulmanes hacen una de sus cinco oraciones a los pies de la estatua ecuestre de aquel Carlomagno protector del cristianismo:



Pulse sobre la foto y observe la escena con todo lujo de detalles. Agradezco a Evil Preacher su diligencia y presteza en la ampliación de la escena.


En la foto se aprecia que el hombre se pone las zapatillas, tras hacer la oración preceptivamente descalzo. La mujer, que viste un hiyab, hace lo propio. Aunque se observa con algo de esfuerzo, junto al pie izquierdo del hombre está la tela sobre la que se han postrado para orar. Los dos se han colocado tras el pedestal de Carlomagno para no ver Notre-Dame mientras encaran la Meca, porque ambos templos comparten la misma dirección desde el punto en que se encuentran. La escena es una metáfora de la burbuja en que viven muchos musulmanes en Europa y la asimetría de permisividad que existe entre ambos entornos culturales. Es irónico que, por no ver Notre-Dame durante el rezo, estas personas se postren precisamente a los pies de aquel Carlomagno que se esforzó por expulsarlos de Francia hace más de mil años.

Observada como una ucronía, la foto encierra tres cuestiones irónicas:

En primer lugar: los hijos de aquellos sarracenos derrotados en Tours han llegado mucho más lejos en el territorio cristiano.

En segundo lugar: mientras que, por regla general, el europeo medio había tenido en un rincón lejano de la memoria el conflicto de índole cultural que generó la invasión islámica medieval, los musulmanes lo tienen hoy muy vivo.

En tercer lugar: la postración de estos musulmanes ante Carlomagno no es la imagen de una nueva postración de los sarracenos ante las armas francas.


* En Suiza existen alrededor de 160 mezquitas. La preocupación de los cristianos ha conducido al país a celebrar un referéndum que dilucide los deseos de los ciudadanos respecto de la construcción de minaretes.

** La táctica musulmana de las incursiones rápidas en pos de saco y botín fue en Europa tan temprana como habitual. El vocablo árabe argelino «ḡāzyah» entregó al francés la voz «razzia», que se castellanizó como «razia», mientras que el vocablo «ḡārah» del árabe clásico entregó al castellano la voz «algara». Son términos sinónimos, pues a pesar de la definición de la RAE, las incursiones árabes en territorio franco se hacían a caballo. Aparte, «ḡāzyah» significa estrictamente «algara».



2 comentarios:

Anónimo dijo...

coge una cita de un psicologo amigo pr k sufres de fanatismo, al menos no escribes naa de lo k no sabes naa,un consejo de un musulman, y los de la foto son tan falsos como usted.
hay k ver hasta donde llega la gente,y lo peor es k hay muchos como usted,sois el resultado de la semilla puesta en vos(te enteras) si no?? pues ers peor de lo que me pensaba, por cierto las personas en la foto no tienen nada k ver con la doctrina ,el intendimiento,no definen el islam , pr falta del estudio k tienen sobre su misma relgion o sea Islam, desgraciadamente hay muxos como ellos, "ah ! y una cosa mas: no confundais El Islam con los Arabigos, y no juzgais al Islam segun las actividades del humano, sino estudiadlo en su verdadero ser, eso si de verdad os interesa esta relegion, y no solo criticar.

Movimiento 31 dijo...

Sea bienvenido a Movimiento 31, caballero. Gracias por leer esta entrada.

He de manifestarle que para poder publicar un comentario en este blog es "conditio sine qua non" escribir con una mínima pulcritud formal y conceptual. Puesto que se trata de la primera vez que se anima a intervenir, en esta ocasión no lo voy a borrar. Sin embargo, le advierto de que la próxima vez que publique un comentario en estas condiciones, será elminado sin previo aviso.

Le pediría para futuras intervenciones que leyera más detenidamente los contenidos que se publican en Movimiento 31, puesto que no hemos confundido el concepto religioso "islam" con el concepto geográfico-étnico "arábigo".

Al menos reconozca que la foto tiene su interés documental por la circunstancia histórica de Carlomagno y los musulmanes. Por esa circunstancia resulta irónica la postración de estos musulmanes ante la figura de Carlomagno.